Por Nico Kobane
Cae la tarde
en Barracas y el barrio vuelve una y otra vez a traer historias, como cuando
unos años atrás, no muy lejos de la cabecera de la 60 Mariano Ferreyra era
asesinado por las patotas de Pedraza mientras apoyaba a los tercerizados del
Roca. Hoy, los
trabajadores de esta emblemática línea de colectivos, no pueden parar de mirar
las fotos de David Ramallo, otro asesinado, aunque no por las patotas sino por
el monopolio del transporte y su sed de ganancia a cualquier costo. Allí se
encuentra Mariano Fernández, uno de los trabajadores despedidos, que se
encadenó declarándose en huelga de
hambre para exigir su vuelta al trabajo. En este y otros días lo acompaña Eva, la madre de David Ramallo,
que sigue reclamando justicia por el asesinato de su hijo. Desde CS charlamos
con Mariano y con Eva: (Leer reportaje)
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