Discurso frente a su tumba, por Federico Engels
El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de
pensar el más grande pensador de nuestros días... Apenas le dejamos dos minutos
solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su sillón, pero
para siempre. Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado
militante de Europa y América y la ciencia histórica han perdido con este
hombre. Harto pronto se dejará sentir el vacío que ha abierto la muerte de esta
figura gigantesca. Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la
naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia
humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza ideológica, de que
el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse
antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc... (Leer todo)
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