Por Nicolás Riu, para CS
Las épocas en las que Macri podía apelar al discurso de
la “pesada herencia”, tratando de disimular o justificar sus políticas de ajuste,
parecen haber terminado. Los globos amarillos siguen desinflándose mientras
crece la inflación, el déficit comercial, los casos de corrupción que
involucran a altos funcionarios del gobierno y una caída histórica del consumo. Con cada vea más “viento de frente” el gobierno continúa hipotecando
el futuro de millones a través de la emisión de papeles de la deuda y una fuga
de capitales tan grande como equivalente a la caída de la imagen presidencial, un
derrumbe catastrófico que se expresa en el “hit de verano”, un cantito que
retumba en todos y cada uno de los estadios del país. (Leer todo)
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